Hace unos días apareció ante mi pantalla un artículo sobre una empresa japonesa de organización de bodas que trataba de retribuir a sus empleados con vales canjeables en la cafetería por dormir más horas cada día, argumentando que la falta de sueño, y en definitiva de bienestar del empleado, repercutía en la productividad y en la rentabilidad de la compañía.

Se mencionaban datos como que la economía japonesa pierde 138.000 millones de dólares debido a problemas de salud relacionados con la falta de sueño.

De todos es sabido que en Japón hay una cultura de trabajo duro y largas jornadas laborales, que seguro incluyen el que los empleados lleguen a sacrificar su tiempo  y necesidades personales por el bien de la compañía e incluso, si esto se lleva a situación extrema, puede llevar hasta la muerte. Esa muerte provocada por la privación extrema del sueño tiene hasta su propio nombre: karoshi.

Esto me hizo pensar de nuevo en el llamado salario emocional, aquello que las empresas proporcionan a sus empleados para conseguir que sean más felices, estén más contentos, incluso que estén más sanos y en definitiva sean más rentables y productivos. Valoramos la intención de las empresas de proporcionar no solo el salario a cambio del trabajo sino el procurar su desarrollo y contribuir al propósito de las personas, a través de bienestar y que sin embargo ayude y repercuta en la productividad, en un mejor desempeño y en un mayor crecimiento económico.

No aspiraremos a tanto como hacen en Japón, entre otras cosas porque la filosofía de sacrificio por la empresa que te contrata es menos propio de culturas como la nuestra, donde aquí el trabajo es el medio de vida, además de un lugar de desarrollo personal y profesional, pero esto no quita el deseo de convertir el lugar de trabajo un sitio lo más grato posible.

A veces la escucha, la pregunta, el feed back o el interés verdadero son suficientes para procurar la recompensa emocional necesaria para  afrontar con más pasión los cometidos de tu tarea diaria, contribuyendo a tu satisfacción personal y profesional y ayudando a una desconexión y a que tu descanso sea mejor.